En realidad, no sé si tiene mucho sentido que escriba esto, pero tengo últimamente el sentido no sé si algo atrofiado, o más bien; el aroma de Jean Paul Gaultier; me ha confundido. Y debe ser que o siento demasiado, o que a veces de tanto sentir, ya no nada siento.
El Olfato: No es un don, es un castigo: Puedo oler las malas intenciones camufladas de buenas palabras. Puedo oler a gran distancia, puedo oler perfumes aún no concebidos, puedo oler el dolor de algunos recuerdos, y a veces, puedo oler, entre las sábanas...
El Gusto: ¡Ay! qué gusto, estar a gusto, con alguien que te ha degustado...
Siempre me viene a la memoria, la escena de "las magdalenas" de Marcel Proust. Será eso, ¿Los mejores sabores, son los del pasado?, ¿La infancia es el origen de nuestros gustos venideros?... Demasiado Freudiano, hasta para mi... Pero ¡ay! de aquellos días de pan con chocolate a las cinco y cuarto!
¡Ay!, qué gusto estar a gusto, con alguien con quien puedas comer pan con chocolate a las cinco y cuarto!
El tacto: Sólo la piel puede darme sensaciones tan intensas. Te toco sin conocerte y provocas un gran encanto, en cambio, me asusto cuando me tocan manos que ya me han tocado.
La Vista: Es el sentido más engañoso, por ser el más usado. Recordais aquello que decíamos hace unos meses. ¿Una imagen vale más que mil palabras?...Decidme, ¿Lo seguís pensando?
El Oido: Me reconforta este sentido, tal vez, porque a través de él me llega la música de tus palabras, las notas de las melodías, los acordes de tu respiración, las sinfonías de tu llanto... Tal vez, con tanto buscar palabras, no necesitemos tanto.
El Olfato: No es un don, es un castigo: Puedo oler las malas intenciones camufladas de buenas palabras. Puedo oler a gran distancia, puedo oler perfumes aún no concebidos, puedo oler el dolor de algunos recuerdos, y a veces, puedo oler, entre las sábanas...
El Gusto: ¡Ay! qué gusto, estar a gusto, con alguien que te ha degustado...
Siempre me viene a la memoria, la escena de "las magdalenas" de Marcel Proust. Será eso, ¿Los mejores sabores, son los del pasado?, ¿La infancia es el origen de nuestros gustos venideros?... Demasiado Freudiano, hasta para mi... Pero ¡ay! de aquellos días de pan con chocolate a las cinco y cuarto!
¡Ay!, qué gusto estar a gusto, con alguien con quien puedas comer pan con chocolate a las cinco y cuarto!
El tacto: Sólo la piel puede darme sensaciones tan intensas. Te toco sin conocerte y provocas un gran encanto, en cambio, me asusto cuando me tocan manos que ya me han tocado.
La Vista: Es el sentido más engañoso, por ser el más usado. Recordais aquello que decíamos hace unos meses. ¿Una imagen vale más que mil palabras?...Decidme, ¿Lo seguís pensando?
El Oido: Me reconforta este sentido, tal vez, porque a través de él me llega la música de tus palabras, las notas de las melodías, los acordes de tu respiración, las sinfonías de tu llanto... Tal vez, con tanto buscar palabras, no necesitemos tanto.
Si oigo tus pasos, oigo tu risa.
Si oigo tu aliento, oigo tu llanto...
Si te oigo, te tengo, sin duda cerquita,
aunque no estés ya jamás a mi lado.
Karmen Tormento
No hay comentarios:
Publicar un comentario